¿POR QUÉ ESTUDIAR CHINO?
La importancia del chino y de China en el mundo
Nos encontramos ante el idioma más hablado del mundo, con más de mil doscientos millones de hablantes (1/5 parte de la población mundial); es el segundo más utilizado en Internet, y la lengua oficial de la segunda potencia económica mundial. ¿Te parece poco?
¡Pues aún hay más! Los expertos señalan que en pocos años el chino se convertirá en el idioma oficial de todo Asia (ahí es nada) y, para rematar la faena, has de saber que la comunidad china es la cuarta en importancia por ejemplo en España. No por nada es una de las lenguas más útiles que aprender en toda escuela de idiomas.
China es el actor de más poder en la economía mundial. Según el Center for Economics and Business Research, China está preparada para superar a los Estados Unidos en producto interior bruto en el 2029, una fecha que no es demasiado lejana. La juventud china, al igual que la juventud india, se siente muy optimista con respecto a que el mundo se está convirtiendo en un lugar mejor para ellos. Una de las razones es que sus economías están en auge, pero también tienen fe en el poder de la tecnología para mejorar las cosas, algo que es fundamental para China, ya que está modelando el futro de la tecnología global. Está claro, China es el futuro.
Te abrirá las puertas de muchas empresas
Cada vez más, las compañías (las grandes sobre todo) valoran que sus candidatos sepan chino. Dado que China es la segunda potencia económica mundial (a EEUU le cuesta bajarse del podio), las corporaciones tratan de establecer un mayor número de acuerdos comerciales con este emergente país, para lo que necesitan personal que pueda negociar con ejecutivos y directivos de dicho país.
El chino no es una lengua que se limita a China. Está convirtiéndose en un imperio, ya que poco a poco está ganando terreno por toda Asia. Países como Japón, Corea, Tailandia, Indonesia, Vietnam o Filipinas hacen uso del chino como lengua vehicular en muchísimos casos. Es decir, que hablar chino te abrirá puertas por prácticamente todo el continente, un mundo de posibilidades y una cantidad de experiencias que son el sueño de muchos, no puedes dejar pasar esta oportunidad. Esto te supondrá poder trabajar en estos destinos también poder estudiar en alguna universidad importante de estos países o abrirte puertas con empresas españolas o que desde alguna zona de habla española tenga negocios con algunos de estos países. Las posibilidades se te multiplican por el solo hecho de aprender chino y llegar a dominarlo.
Mentalmente desafiante
Aprender un nuevo idioma es bueno para tu salud mental. Desarrolla la memoria, potencia la creatividad y facilita la capacidad multitarea. Más aún si se trata del chino.
Al ser un idioma tan diferente con respecto a otros, aprender chino será una tarea todavía más estimulante para tu cerebro. Por otra parte, y en la misma línea, dominar su caligrafía será toda una experiencia, ya que más que letras, estarás escribiendo símbolos, signos, dibujos incluso. Es por eso que muchos expertos sostienen que este idioma fomenta el desarrollo de las habilidades artísticas.
No tan difícil como parece ¡Lo puedes conseguir!
En el chino no existe género, ni plural, y los tiempos verbales son mucho menos complejos, al igual que su gramática en general. Su dificultad radica principalmente en los ideogramas que componen el alfabeto chino y en su fonética (problema que puedes solucionar utilizando el alfabeto latino o Pin Yin). De todos modos, se calcula que en tan sólo 6 meses el estudiante aprende las 500 palabras que son necesarias para desarrolar un nivel básico.
Es verdad que de entrada es una lengua muy ajena al español, es decir, que no se parece en nada y eso puede quitarte las ganas de estudiarlo. Pero no te precipites, esto no quiere decir que sea excesivamente difícil, solo es diferente. Claro que te supondrá un esfuerzo, un trabajo, pero ya sabes que eso solo trae posteriormente recompensas. De manera que dale y ponte con el estudio de la lengua china. Fíjate en un detalle, con que domines entre 2000 y 3000 caracteres, ya te puedes comunicar en chino. Y, no; no es algo descabellado, es lo que aprendes en cualquier lengua extranjera para comunicarte, solo que estos son nuevos para ti, muy diferente a lo que estás acostumbrado.
Estudiar chino te puede suponer un reto personal, algo que está bien que te plantees en tu vida, ya que te ayuda a superar tus límites, salir de tu zona de confort y a darte cuenta de que puedes conseguir todo lo que te propongas. Es una oportunidad para hacer algo que te gusta, para comprometerte contigo mismo y para darte el gustazo que tanta ilusión te hace, como es el de conocer y dominar esta nueva lengua y poder practicarla.
Una forma de conocer la cultura asiática
Solemos decir que aprender una lengua no sólo sirve para entendernos con otras personas. Y lo decimos porque es verdad. Conocer un nuevo idioma nos permite entrar en contacto con su literatura y filosofía, su cine y su música. Y en el caso del chino todo esto es aún más cierto si cabe.
La cultura e historia chinas (y de Asia también) suelen ser unas grandes desconocidas para nosotros, los occidentales. Ni nos las enseñan en la escuela ni solemos aprenderlas tampoco fuera de ella (por ejemplo, ¿te has parado alguna vez a pensar de dónde viene la palabra «China»?. Conocer su idioma nos permitirá leer sus libros, ver sus películas y entender sus costumbres.
El mundo cultural que tienes delante al estudiar chino es inmenso. Desde el arte, la gastronomía, la música, la literatura, la danza, el cine… Todo, todas las manifestaciones culturales chinas son especiales por lo diferente a las nuestras y por lo que de grande tiene de por sí. El aprendizaje será algo extremado. Además, podrás vivirlo todo en primera línea, como cualquier nativo. Podrás disfrutar también de todas sus fiestas, de sus tradiciones y entender mejor el porqué. De manera que tu visión cultural se ampliará muchísimo y aprenderás también mucho, seguro.
Motivos hay, y muchos, para ponerse a estudiar chino. Asunto bien diferente es que no quieras. Pero por favor, si este es tu caso, no utilices la excusa de “es que es muy difícil”. Ya hemos desmitificado ese argumento, así que tendrás que sacarte otro as de debajo de la manga.